Poesía

Quemándome en tu hielo.

Prendo el fuego y pierdo mis ojos en los leños
me doy cuenta de que las llamas son igual a tu cuerpo
se encienden poco a poco hasta convertirse en incendio
y te envuelven en su embrujo hasta caer en el infierno.

Quiero dibujarte y te escapas como ceniza entre mis dedos
tu eres simplemente placer y yo soy el auténtico deseo
ese mismo que emana del alma convirtiéndose en anhelo
y como las llamas a los leños, me destrozas por dentro.

Estoy aquí sentado, escuchando un lindo bolero
cobijado por un bello e incomparable firmamento
donde se bien, que mi destino a tu lado es incierto
y aunque no quiera, estoy desangrándome completo.

Todo cuanto me pediste te lo entregué sin peros
y hoy solamente vivo de tus inagotables recuerdos.
Quisiera gritarte que regreses conmigo ahora
pero sé que al igual que las llamas al fuego
me consumirás de norte a sur, me consumirás entero.

Me quedaré aquí, solo en la compañía de mis versos
e intentaré que a tu imagen la desvanezca el viento
ya no quiero, no puedo vivir solitario y de lamentos
aspiro a pensar y continuar por mi primero…
olvidando tus embrujados y malvados besos.

Que seas feliz en tu viaje por la vida
dejé de ser tuyo hoy; amada mía…
y quiero que sepas que todavía…
ese fuego convertido en hielo…
aún quema las entrañas mías.

Hoy amor mío, abordaré el primer crucero rumbo al olvido,
pues al anclarme a ese puerto, podré dejar atrás todo lo vivido…

1:20 AM
Enero 15 2000

Escritor Rostro Enmascarado
©Derechos de autor

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